lunes, 26 de agosto de 2013

¿Que es un perro?


¿Qué es un perro?

La pregunta estaría mejor formulada así: ¿Qué función realiza el perro en nuestras vidas?
El perro es un animal de compañía, que eventualmente y previo entrenamiento puede realizar tareas de servicio, rescate, trabajo o guarda y defensa.

 Además dentro de la cualidad de perro de compañía, puede realizar funciones que van más allá del mero “hacer bulto”. El perro puede realizar un servicio de compañía activa en personas mayores o con discapacidades para la vida cotidiana. (Un perro puede ir abriendo las puertas delante de una persona que no alcance el picaporte, avisar de algún problema en el caso de accidente domestico o ayudar a la movilidad tirando de una silla de ruedas) Además un perro de compañía puede ser el ideal compañero de juego o de actividades deportivas, agility aparte, como el canicross,  ciclismo de montaña, y muchas más..
¿Y una mascota? Definitivamente no. Un perro no es algo que se pueda dejar en el garaje hasta el fin de semana. Un perro necesita cuidados diarios, y si no se les procuran puede morir. Una mascota no necesita cuidados.

Conducta canina. Estímulos internos y externos.

Los perros, al igual que nosotros y todos los seres vivos de la naturaleza, reaccionan a estímulos que, dependiendo de su origen pueden ser internos o externos.

Los estímulos internos son producidos por las hormonas, las endorfinas, los neurotransmisores, y en general, una serie de elementos bioquímicos producidos en el sistema endocrino. Por ejemplo, el hambre.
Los estímulos externos son los que nos llegan a través de los sentidos, un exceso de luz nos hace cerrar los ojos, el frío nos hace buscar abrigo, etc.…
Los estímulos internos y externos tienen la función de hacernos buscar el bienestar.

La comunicación entre especies.

La comunicación entre especies es posible a nivel básico. La comunicación consta de 5 elementos: emisor, receptor, mensaje, código y medio. En cuanto al emisor y al receptor, en nuestro caso pueden ser el humano y el cánido indistintamente. El código debe estar adaptado a las posibilidades del perro, que como veremos más abajo, está condicionado por sus características físicas. El código debe estar formado por una serie de signos, gestos, miradas, voces y señales sonoras del humano y del perro, ladridos, aullidos y gruñidos. A todo se le puede dar un significado. El medio es el aire y el espacio, tenemos que tener contacto visual con el perro para realizar esta comunicación, excepto en señales de alarma.

La conducta humana también es un estímulo, en este caso externo, que puede actuar sobre el perro de una forma positiva o negativa, dependiendo de nuestra acción. Para el perro no existe el bien o el mal, pero si el cariño, el miedo y el recelo. Nuestras acciones provocan reacciones en el comportamiento el perro. Hay unas acciones humanas que para nosotros son inconscientes y que para el perro tienen un significado concreto. Los perros entienden la expresión corporal, los olores, las emociones, los cambios en la bioquímica corporal. Todo se convierte en un estímulo para el perro, que puede ser positivo o negativo. Nuestro estado de ánimo tiene que ser equilibrado antes de comenzar cualquier entrenamiento con un perro, pues si estamos nerviosos o excitados, tenemos miedo o mostramos agresividad, aunque sea de forma involuntaria, no obtendremos resultados adecuados. Por lo tanto, si hacemos un ejercicio de auto análisis y descubrimos cualquier elemento que pudiera hacer reaccionar de forma negativa al perro, debemos suspender el entrenamiento.

Tipos de conductas caninas.

El perro se expresa de cuatro conductas diferentes.

  1. conductas normales: son aquellas que se corresponden a la naturaleza del perro, aunque nos puedan parecer incómodas, o incluso asquerosas. Por ejemplo el comer cacas o revolcarse en animales muertos o incluso comérselos. Estas conductas están ligadas a su psique y forman parte de su instinto. El comer cacas tiene la función de conocer a quien las ha depositado, pues de todos es conocido que el sentido del olfato de los perros es legendario. Su órgano olfativo es capaz de discriminar cientos de sustancias dentro de la misma bocanada de aire. Y el gusto está muy relacionado con el olfato. El revolcarse en animales muertos es un recuerdo de su instinto ancestral de caza, y el comer carne muerta, de sus antepasados carroñeros. Este tipo de conductas no conviene reprimirlas, pero sí corregirlas sin hacer mucho hincapié o poner mucho énfasis, pues el perro las considera normales, y un castigo en esta situación es contraproducente, puede provocar que empeore la conducta haciéndolo a escondidas. Es mejor alejarle del estímulo desviando su atención hacia algo positivo, como un juguete.
  2. conductas tolerables: son conductas típicas del perro que se deben tolerar pues tienen gran importancia en el proceso de la socialización, como es el oler el culo de otros perros, el gruñido en el juego siempre que no vaya dirigido a la posesión del juguete, a menos que queramos un perro para guarda y defensa, (esto merece un capítulo aparte) el orinar pequeñas gotas en cada árbol, (a algunos perros les parece molesto que el animal orine varias veces pequeñas cantidades durante el paseo, pero es una conducta normal que tiene que ver con la territorialidad y la comunicación con otros congéneres, ya vimos más arriba que los perros reaccionan a la presencia de substancias químicas) En este tipo de conductas debemos tener paciencia y darle el valor que se merecen. Dentro de estas conductas esta también la de “ignorar” nuestra orden. A veces el perro necesita investigar algo, ya sea por haber recibido una alerta o simplemente por haber captado un olor atrayente, y no atiende al “venaquí”. Debemos esperar unos segundos, observar sus reacciones, y apenas levante la cabeza volver a llamarle con más fuerza.
  3. conductas adecuadas e inadecuadas: son aquellas que nosotros permitimos hacer o no hacer al perro, respectivamente. Dependen en gran parte de la moral que queramos inculcar al perro. Para algunas personas es adecuado que el perro se suba a las camas, a la mesa, que salte encima de la gente. Para otras no es adecuado ninguna de ellas. El dueño es el responsable de elegir que es adecuado o inadecuado. Pero siempre es inadecuado aquellas que tengan que ver con la higiene, como el defecar y orinar en zonas inapropiadas, el lamer los alimentos. Saltar encima de los invitados puede ser a veces bochornoso, así que se debería considerar inadecuado. Esta última actitud podría considerarse tolerable si la hace hacia el dueño como expresión “vamos a jugar”, pues es lo que significa. Si el perro salta sobre nosotros es una invitación al juego, lo mismo que si nos sujeta las manos con la boca, en gesto de mordida, o nos muerde o empuja los pies, el tendón del talón, o el culo. Es un gesto para hacernos correr. O si nos esconde los juguetes, o nos ladra.
  4. conductas intolerables. Son aquellas que de efectuarse pueden causar una lesión o un accidente, como la agresividad o la histeria. La agresividad sin motivo es intolerable incluso en adiestramientos de defensa y ataque, (fijaros que no digo guarda y defensa) un perro que muestre cualquier nivel de agresividad puede ser expulsado de los eventos deportivas. La histeria, o conductas excesivamente nerviosas, aunque las he calificado de intolerables, deben ser tratada previo examen veterinario para descartar cualquier patología neuronal, (también seria conveniente que se realizara el examen en caso de agresividad. Hay patologías como la rabia que, al afectar al hipotálamo, puede provocar agresividad) Esas conductas hay que corregirlas en el instante previo a que se produzcan, por lo que hay que estar atento a las señales físicas previas, como una mirada cruzada o un excesivo movimiento de rabo. Tirar demasiado de la cadena también debe ser considerada una conducta intolerable, pues puede escaparse, tirarnos, en definitiva, provocar un accidente. Es en estás conductas, y sólo de la forma adecuada, en donde está justificado el castigo, siempre que se haga como hemos dicho en la forma adecuada. Y ciertamente por que el perro educado mediante métodos en los que se abusa del castigo y otros estímulos y refuerzos negativos resultan ser perros inseguros que suelen manifestar agresividad, debemos procurar utilizarlos siempre como mal menor, después de haber descartado todos los estímulos positivos.


Para erradicar una conducta inadecuada o intolerable deberíamos primero hacer una visita al veterinario para descartar cualquier patología. Por ejemplo, que un perro se orine en casa puede ser debido a que sufre incontinencia, por edad, por ser un cachorro o muy viejo, o por alguna parasitosis. Que ladre mucho puede ser debido a un episodio de ansiedad, que se podría tratar con ansiolíticos si una terapia psicológica no funciona. En cualquier caso, se debe consultar primero a un veterinario para descartar cualquier enfermedad o lacra.
Y después paciencia. Hay tantos métodos como entrenadores y los que mejor funcionan son los que se improvisan sobre la marcha. Hay que observar al paciente, elaborar un diagnostico lo más acertado posible y elaborar el tratamiento adecuado. Muchas veces un problema grave tiene una solución sencilla, (el perro nervioso debería hacer ejercicio o jugar más) otras veces un problema sencillo nos puede llevar a un autentico quebradero de cabeza, como la rivalidad entre hermanos. Dicen que castrando.


martes, 20 de agosto de 2013

Inteligencia canina. ¿Razonan los perros?

Pues la gente tiene sus dudas, y es normal.
Ningún perro se ha licenciado en Harvard, pero muchos humanos tampoco. Y la duda surge por que la pregunta está mal planteada, pues debería ser la siguiente:
La facultad de razonar, ¿se aprende o es innata?
 En sentido amplio, se entiende por razonamiento a la facultad que permite resolver problemas, extraer conclusiones y aprender de manera consciente de los hechos, estableciendo conexiones causales y lógicas necesarias entre ellos. En sentido más restringido se puede hablar de diferentes tipos de razonamiento:
  • El razonamiento argumentativo en tanto actividad mental se corresponde con la actividad lingüística de argumentar. En otras palabras, un argumento es la expresión lingüística de un razonamiento.
  • El razonamiento lógico o causal es un proceso de lógica mediante la cual, partiendo de uno o más juicios, se deriva la validez, la posibilidad o la falsedad de otro juicio distinto. El estudio de los argumentos corresponde a la lógica, de modo que a ella también le corresponde indirectamente el estudio del razonamiento. Por lo general, los juicios en que se basa un razonamiento expresan conocimientos ya adquiridos o, por lo menos, postulados como hipótesis.[1] Es posible distinguir entre varios tipos de razonamiento lógico. Por ejemplo el razonamiento deductivo (estrictamente lógico), el razonamiento inductivo (donde interviene la probabilidad y la formulación de conjeturas) y razonamiento abductivo, entre otros.
  • (sacado de la wiki)

    Tendemos a mezclar el razonamiento con la forma de expresar el razonamiento. Los perros no hablan ni tampoco resuelven problemas matemáticos. Pero de alguna manera son capaces de "establecer conexiones causales y lógicas" con los objetos que les rodean.

    Se les puede enseñar una forma de comunicarse, el "sit" y el "plas" es un ejemplo, al igual que las señas de caza o los silbidos de los pastores, por lo que son capaces de establecer un código de lenguaje. Pero, al igual que a nosotros, ese código de lenguaje corresponde a un sistema convencional, es decir, que relaciona una idea con un simbolo. Y ese símbolo tenemos que ponernos de acuerdo entre muchos para que tenga significado.
    El lenguaje, al igual que las matemáticas, no son ignatos, se aprenden.
    Pero, ¿razonar es una facultad que se aprende? pues indudablemente. Si los humanos tuvieran la facultad de razonar de forma innata, no habría guerras, siempre nos pondriamos de acuerdo en nuestros conflictos y nuestra vida sería mucho más feliz. Pero todo el mundo sabe que no es asi, y es por que el ser humano se mueve a partir de su instinto de supervivencia, igual que el resto de los animales. Y en los instintos, de razón, poco.

    Entonces ¿se puede enseñar a razonar a un perro? Pues por poderse, se puede. Y sería capaz de resolver problemas lógicos sencillos si nos tomasemos la molestia de perder unos minutos al día con él, estimulando su inteligencia con problemas fáciles, el busca la pelota, dime que te la de, inculcarle la palabra sigueme, o dame...

    Si le enseñamos, o mejor dicho, si le hacemos entender que le comprendemos, facilitaremos su crecimiento interior y será capaz de dar todo lo que tiene dentro, para hacernos más y más felices.